¿No estamos hablando de un mismo entorno?. ¿Dónde reside entonces la dificultad para definir ese concepto que ensoñamos y con el que idealizamos esa "nueva" relación interpersonal (apoyada en las RRSS y Tic´s) con los pacientes tratados y/o cuidados en estos espacios y que, de alguna forma, utilizamos para justificar nuestro empeño en explorar nuevos recursos, instrumentos, herramientas y posibilidades de relación con un paciente también 2.0?.
Hace ya un tiempo planteaba una potencial paradoja frente a ese nuevo paradigma de rol profesional enfermero apoyado en todas estas incipientes posibilidades de relación, trabajo colaborativo, aprendizaje, gestión del conocimiento y "cuestionando" de alguna forma la posibilidad potencial de falta de calado en el colectivo, y que también puede ser handicap en ese intento por vislumbrar a corto o medio plazo un nuevo perfil de paciente y/o usuario de los servicios sanitarios:
Podemos
perfectamente volver a asistir a un nuevo enfrentamiento "Paradigma vs
Paradoja", y en el sentido de que lo que nos ha gustado llamar "Enfermería 2.0" no quede más que en un espacio novedoso pero doméstico,
donde la renta solamente para unos cuantos y en un propio entorno de
"vanidad", no alcance esas metas que se le intuyen. Donde el instrumento a
través del que plantear una nueva concepción del mundo, no consiga
salir a la globalidad que se requiere para convertirlo en cotidiano.
Poseyendo el precedente que tenemos en cuanto a aplicación de Proceso Enfermero y asunción de lenguajes estandarizados, no es difícil preveer,
trístemente, un itinerario parecido y si es que no abandonamos
particularismos e individuales proezas que afecten la salud de la propia Enfermería 2.0 y teniendo en cuenta, por otro lado, que la
persona es una unidad compuesta por muchas dimensiones y es indisociable del
universo, y la salud se integra en la vida misma del individuo, la familia y los
grupos sociales que evolucionan en un entorno particular (Martin, 1984), será en este nuevo movimiento y espacios, donde habrá que
preservar la salud global e identificar factores (instrumentos, herramientas, dinámicas, fuentes de información) que lleven a mantenerla y/o
recuperarla en momentos puntuales descubriendo, a la vez, la vacuna frente a oportunismos y falso
discurso enfocado en pro de otras rentas que no tardarán en hacerse
sintomáticas, evidenciando (esperemos que no) el que volvamos a
sucumbir al idolatrado toro de oro que se nos quiera regalar y cuando ya
haya sido descubierta recompensa mayor por parte de los mismos que,
históricamente, han hecho o hayan hecho suyo un discurso de profesión o de innovación aprehendido en cursillos acelerados.
A estas alturas y en todo este contexto, todos somos "pacientes empoderados" a falta, solamente, de un diagnóstico de certeza que queramos compartir y consensuar con cualquiera que quiera hacerse receptivo y maneje ese mismo lenguaje que se va construyendo en conjunto. Definir la dinámica, ofertar y mantener las fuentes, globalizar los usos y, por supuesto, medir los resultados relacionales en toda su dimensión de horizontalidad quizá sea el mayor de los retos y dificultades.
Yo, por supuesto, en el momento que posea ese diagnóstico, no dudaré en compartirlo con vosotros: ¿Acaso ya no lo hacemos?. ¿Dónde está el Límite y la frontera?.
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